Un espacio para escribir

Me gustaría hablar como Aldo Schiappacasse, el hombre me ha hecho una nueva interesada en el fútbol con su estilo. Me gustaría verme como alguna de las Parson, ya saben, desde la cabeza hasta los pies. Me gustaría escribir como Sergio Paz, con su fantástica relación cantidad-calidad. Pero la verdad es que no tengo el don de la palabra del primero, el look de las segundas ni la llegada del tercero. Por eso, a pesar de mi larga resistencia, me entrego al mundo de los blog, el mundo virtual de los sin voz. Y aunque sé que vengo llegando tarde (no saben cuánto me costó encontrar un lugar que no estuviera ya ocupado), espero que sea de algún provecho.

Wednesday, November 21, 2007

Primer contacto con la cultura y el consumo en NY

A puro sangüich de potito. Así nos iremos de ahora en adelante, porque la ira que me puede dar pagar tres dólares por un hot dog, que en mi país de origen no me comía ni aunque fuera regalado. La salchicha pasó de ser una cosa cuestionable a uno de los alimentos proteícos que constituyen mi dieta alimenticia, sino diaria, al menos semanal. Pues bien. Esto no puede continuar. Así que de ahora en adelante, no importa si vamos al Metropolitan o a Ikea –nuestros panoramas del fin de semana- llevaré unos pancitos. Y si ando rajá, le pongo jamón de pavo.De los dos panoramas, el Metropolitan fue mucho mejor. No sé si eso me sorprende de mí misma haber preferido la cultura al consumo. El museo está llenísimo de cosas y al tiro me puse ambiciosa y le decía a Pineda que mejor vamos una vez al mes y así podemos conocerlo mejor. Vimos un poco de japonés, de indio, de chino y una pasadita por los egipcios para después ir a ver a los impresionistas considerando que eran la exposición temporal. Divagamos sobre como la decadencia de algunas dinastías mongoles se parecían a los problemas que tenía la Concertación, vimos unos dibujos japoneses del siglo 19 que parecen comics y nos preguntamos si las tumbas de los egipcios funcionarían con la misma lógica del parque del recuerdo hoy: compre ahora para no dejar endeudada a su familia cuando muera. En suma, estupendo panorama.

Ikea...
Uffff. No sé si es un paraíso o una pesadilla. El amigo paleteado de Pineda se ofreció para lo que necesitábamos: arrendar una van que nos permitiera traer de una vez las pesadas cosas que constituyen un hogar: sofá y ese mueblecito multiuso indispensable en los espacio newyorkinos... La semana pasada trajimos la mesa y dos sillas en metro-bus y casi morimos. Y Amigo-Paleteado tenía todo lo que necesitábamos: licencia de conducir y un conocimiento mínimo del sector para hacer el recorrido. Así que partimos. Nos juntamos con Amigo-Paleteado allá a las 10 AM. A lo cual.... nos despertamos a las 7:30 (es lejitos). Allá vitrineamos, compramos, peleamos... como cualquier pareja en un mall. Arrendamos la van y partimos por las autopistas gringas llenas de tacos, autos gigantes y hombres sacándose los mocos. Un hábito ya comprobadamente internacional.Llegamos a casa y para qué les digo que subí algo hasta el cuarto piso porque sería mentira. OK, los individuales y las ollas. Mientras, los hombres, esclavos del señor, llevaron todas las compras hasta el cuarto piso. Casi perdimos a Amigo-Paleteado en el camino por el esfuerzo. Pero lo logramos. Después, un rato de descanso y partieron los hombres a devolver la van. Mientras, yo armé algunas cosas chiquititas y esperé a mi hombre para el resto. Sí, por un momento quise ser independiente, pero en las instrucciones de los otros muebles salían dos monitos armando las cosas y si algo he aprendido de Ikea, es que cada instrucción tiene su razón de ser. Cuando un tornillo no entra es porque no debe entrar, no porque hay que hacer un poquito más de fuerza para que entre, como hubiera indicado mi naturaleza. Así es que hoy vivo en la guerra, rodeada de cosas a medio construir debido a la falta momentánea de martillo.Y hoy ya empezó la semana: clases de inglés, supermercado, lavar ropa, paseos turísticos. Casi dos semanas y ya tengo una rutina. Si eso de que somos animales de costumbres....

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