Un espacio para escribir

Me gustaría hablar como Aldo Schiappacasse, el hombre me ha hecho una nueva interesada en el fútbol con su estilo. Me gustaría verme como alguna de las Parson, ya saben, desde la cabeza hasta los pies. Me gustaría escribir como Sergio Paz, con su fantástica relación cantidad-calidad. Pero la verdad es que no tengo el don de la palabra del primero, el look de las segundas ni la llegada del tercero. Por eso, a pesar de mi larga resistencia, me entrego al mundo de los blog, el mundo virtual de los sin voz. Y aunque sé que vengo llegando tarde (no saben cuánto me costó encontrar un lugar que no estuviera ya ocupado), espero que sea de algún provecho.

Wednesday, November 21, 2007

Dios actúa en formas misteriosas

A días de mi primer 11 de septiembre en NY, veo con decepción lo poco que avanzan las obras en la Zona Cero. Seis años después, la cosa sigue siendo poco más que un hoyo, con montones de camiones y si no fuera por un improvisado espacio tipo museo en los alrededores, estaría por ahí con el futuro Costanera Center. Acá incluso hacen chistes al respecto.Reconozco sí el aspecto emocional. Cuando visité el lugar, entre decenas de turistas, el hombre de las bebidas y el mendigo que tocaba la flauta a cambio de unas monedas, había una señora llorando. En la última quincena he leído cuanto reportaje han sacado en diversos idiomas sobre los sobrevivientes: bomberos, hijos de…, newyorkers en general que siempre recuerdan el tema. Y se ha humanizado un poco.Hablando con algunos de los que estuvieron acá para la fecha en cuestión, me doy cuenta que tiene algo de desastre natural. Es como el terremoto del '85. "¿Dónde estabas tú para el terremoto?"Todo esto me hizo preguntarme respecto de mi vocación periodística. Se entiende, estoy en la Gran Manzana, llena de actividades. Incluso ahora me enfrento a una fecha clave y me pregunto. ¿Voy al evento del 11? Lo peor es que me conozco. Si voy va a ser más para sapear que para reportear. ¿Entonces, me muero de vieja y no de sapa? ¿Volveré a ser una periodista?En medio de tantas pajas mentales fui a sacar mi tarjeta de biblioteca para poder pedir libros y películas y me encontré con el malvado profesor que me expulsó de mis clases. Y conversé con él. Después de todo, cajeros de supermercado, empleados de cualquier tienda, la señora que espera delante o detrás de mí en cualquier fila, vendedor de hot dog... todos han sido mis víctimas en mi obsesión por practicar inglés. La oferta de cursos me parecía cara y escasa. Es que uno se pone cagado cuando no gana plata. Entonces pagar cientos de dólares por un encuentro semanal para conversar por una hora no me parecía.Además, lo encontraba un poco triste, como cuando el protagonista del Club de la Pelea se hacía adicto a los grupos de apoyo. Total, ¿Cuándo uno en la vida ha tenido que pagar para conversar?Bueno, el profe me estaba tratando de ubicar hace algunos días, porque quería pedirme que me hiciera cargo de un newsletter para los estudiantes. Les explico lo buena noticia que es esto: hago entrevistas en inglés, escribo en inglés y me corrigen, y recolecto esas historias de inmigrantes que me llaman tanto la atención. I-de-al.De paso sumé a Costa Rica que toma re buenas fotos para que se haga cargo de ese ítem.Dios actúa en formas misteriosas. Siempre he amado esa expresión. Bueno, esa y "Dios se ríe cuando hacemos planes". No tengo reemplazo ateo para ninguna de las dos y creo que esta semana ambas se aplican.

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