La vida de NY está llena de glamour. Ayer, mientras hacía el aseo del baño de mi departamento en Queens, noté que una vez más las mejores ideas se me ocurrían mientras restregaba la tina. Mientras trataba de retener ese pensamiento -que parecía genial- recordé que no es la primera vez que me pasa y que el síntoma se une a otros dos:
- normalmente la idea no es tan buena una vez que dejo esa actividad
- por más que decido que no haré el baño todos los días tiendo a hacerlo igual.
Uniendo todos estos pensamientos concluí que el producto aquel que limpia, desinfecta y (aunque no me gusta) aromatiza mi baño, debe ser adictivo. Después de todo, ¿no es raro algo que parece volvernos creativos por un momento, nos hace sentir bien, después mal y finalmente nos llama a hacerlo de nuevo? ¿Lo harán así para que uno lo use lo más seguido posible, los gaste más y lo compre más? Seguro que eso diría mi madre.
Pero no es la única conspiración posible. Además está la del laundry y los fabricantes de ropa. Acá las lavadoras tienen un solo ciclo de 25 minutos. O sea, nada se lava mucho. No hay remoje, no hay lavado a mano (se entiende, no hay en mi casa, porque no pienso hacerlo). Después de una experiencia uno se da cuenta que todo hay que lavarlo muy seguido, que nada esté muy sucio porque nunca volverá a estar muy limpio. Sumen secadora y tendrán el sueño de H&M y Zara: la ropa muere después de una temporada. Así se lava más y se compra más. Ideal para estar siempre a la moda. Olvídense de tener una pilchita regalona. ¿Estarán los detergentes también en la conspiración?
Ya agradezco no tener aspiradora, plumero, plancha, juguera, microondas y quizás cuantas otras cosas que ni siquiera conozco. Quizás en qué problemas estaría metida.
- normalmente la idea no es tan buena una vez que dejo esa actividad
- por más que decido que no haré el baño todos los días tiendo a hacerlo igual.
Uniendo todos estos pensamientos concluí que el producto aquel que limpia, desinfecta y (aunque no me gusta) aromatiza mi baño, debe ser adictivo. Después de todo, ¿no es raro algo que parece volvernos creativos por un momento, nos hace sentir bien, después mal y finalmente nos llama a hacerlo de nuevo? ¿Lo harán así para que uno lo use lo más seguido posible, los gaste más y lo compre más? Seguro que eso diría mi madre.
Pero no es la única conspiración posible. Además está la del laundry y los fabricantes de ropa. Acá las lavadoras tienen un solo ciclo de 25 minutos. O sea, nada se lava mucho. No hay remoje, no hay lavado a mano (se entiende, no hay en mi casa, porque no pienso hacerlo). Después de una experiencia uno se da cuenta que todo hay que lavarlo muy seguido, que nada esté muy sucio porque nunca volverá a estar muy limpio. Sumen secadora y tendrán el sueño de H&M y Zara: la ropa muere después de una temporada. Así se lava más y se compra más. Ideal para estar siempre a la moda. Olvídense de tener una pilchita regalona. ¿Estarán los detergentes también en la conspiración?
Ya agradezco no tener aspiradora, plumero, plancha, juguera, microondas y quizás cuantas otras cosas que ni siquiera conozco. Quizás en qué problemas estaría metida.